Los mocos en bebés y niños pueden parecer inofensivos, pero su presencia puede conllevar riesgos importantes en la salud de los más pequeños. Aunque es común que los bebés tengan secreciones nasales, especialmente durante los primeros años de vida, es fundamental comprender que estos mocos pueden ser más que una simple molestia. En Fisiopeques, centro de fisioterapia infantil especializado en fisioterapia respiratoria, queremos hablaros sobre la importancia de controlarlos, los peligros de los mocos en bebés y cómo los cuidadores pueden hacer para evitar complicaciones.

¿Para qué sirven los mocos?
Los mocos son un mecanismo natural de defensa de las personas ya que a atrapan partículas extrañas, como polvo y gérmenes, antes de que lleguen a los pulmones. En los bebés, el sistema inmunológico todavía se está desarrollando, por lo que los mocos desempeñan un papel crucial en la protección de su salud. Sin embargo, cuando los mocos se acumulan en exceso o no se gestionan adecuadamente, pueden surgir problemas.
Los peligros de los mocos en bebés y niños pequeños
Estos son algunos de los problemas cuando los mocos se acumulan en el sistema respiratorio de los peques:
Dificultad para respirar: La obstrucción de las vías respiratorias debido a los mocos puede dificultar la respiración del bebé, lo que puede ser especialmente grave en bebés prematuros o que ya tenían problemas respiratorios.
Infecciones recurrentes: Los mocos pueden convertirse en un caldo de cultivo para las bacterias, lo que aumenta el riesgo de infecciones respiratorias, como bronquitis y neumonía, que pueden ser graves en bebés.
Problemas de alimentación: Dependemos de la capacidad de respirar por la nariz mientras nos alimentamos. Los mocos excesivos pueden interferir con este proceso, lo que resulta en una mala alimentación y posiblemente en la pérdida de peso, además del aumento del riesgo de atragantamientos y realizar broncoaspiraciones.
Desarrollo dental y del habla: La respiración constante por la boca debido a la congestión nasal puede afectar al desarrollo dental y de la cara, además del habla en bebés y niños pequeños.
Otitis media: La acumulación de mocos en las vías nasales puede favorecer la aparición de infecciones del oído medio, conocidas como otitis media, que son dolorosas y pueden afectar la audición de los bebés.
Problemas del sueño: La congestión nasal puede interferir con el sueño del bebé, causando irritabilidad y afectando su desarrollo y afectando a la calidad de vida de toda la familia.

Cómo podemos ayudarte en Fisiopeques
Prevenir las mucosidades es difícil, pero no imposible. Lo primero debería ser mantener la higiene en el aire, evitar el tabaco y la contaminación, así como mantener la casa aireada.
El uso de humidificadores también puede ayudar a mantener la calidad del aire.
Sin embargo, lo ideal es acudir a especialistas en fisioterapia respiratoria. Con técnicas profesionales, ayudaremos a tu peque a expulsar el exceso de mucosidad, también como forma preventiva antes de que se conviertan en un problema y lleguen a perjudicar la salud de tu bebé.
Pide cita y te ayudaremos a controlar los mocos de tu peque. Verás como en pocas sesiones mejora considerablemente su salud respiratoria.