Cómo afecta la tortícolis a un niño si no se trata a tiempo

Aunque pueda parecer que la tortícolis es simplemente una contractura muscular temporal sin importancia, en los bebés puede tener consecuencias dolorosas y graves para su calidad de vida. En este artículo os contamos qué es y las consecuencias de no acudir a un profesional para tratarla.

La tortícolis infantil es una condición en la que los músculos del cuello del bebé están tensos o contraídos, lo que provoca una inclinación de la cabeza hacia un lado y una rotación hacia el lado opuesto. La tortícolis infantil puede tener diversas causas desde el trauma durante el parto a posturas incorrectas sostenidas o anomalías congénitas. Es importante detectarlo a tiempo ya que, en caso contrario, la tortícolis infantil puede tener varias consecuencias negativas a largo plazo para el peque.

Consecuencias de la tortícolis no tratada

En primer lugar, si no se trata la tortícolis puede llevar a problemas de desarrollo físico. La posición anormal de la cabeza puede afectar el crecimiento y el desarrollo del cráneo y la cara, lo que puede resultar en asimetrías craneales y faciales. Esta anomalía craneal se conoce como plagiocefalia posicional, que es un aplanamiento de una parte del cráneo debido a la presión constante en un área específica. Además, el músculo esternocleidomastoideo afectado puede crecer más corto y rígido, lo que limita más el rango de movimiento del cuello y dificulta la corrección de la postura según el niño crece. Por otro lado, el riesgo de padecer escoliosis es más alto.

Además de los problemas físicos, la tortícolis no tratada puede afectar al desarrollo motor del niño. Los peques con tortícolis pueden tener dificultades para alcanzar hitos importantes del desarrollo motor, como girarse, sentarse, gatear y caminar. La falta de movilidad del cuello puede llevar a una exploración reducida del entorno y, en consecuencia, a un retraso en el desarrollo de la coordinación motora gruesa. Asimismo, la tortícolis puede causar problemas de equilibrio y coordinación a medida que el niño crece, lo que puede afectar su capacidad para participar en actividades físicas y deportivas.

Otra consecuencia significativa de la tortícolis no tratada es el impacto en la visión y el desarrollo cognitivo. Los niños con tortícolis pueden desarrollar un estrabismo, una condición en la que los ojos no se alinean correctamente, debido a la inclinación constante de la cabeza. Esta desviación puede llevar a problemas de visión, como la visión doble o la ambliopía (ojo perezoso). A nivel cognitivo, la limitación de la movilidad y el campo visual puede afectar la capacidad del niño para interactuar con su entorno y aprender de manera efectiva, lo que puede resultar en dificultades en el desarrollo cognitivo y del lenguaje.

El tratamiento de la tortícolis

El tratamiento temprano de la tortícolis infantil es crucial para evitar estas complicaciones. La fisioterapia pediátrica suele ser la mejor solución en estos casos. Las terapias suelen incluir ejercicios para estirar y fortalecer los músculos del cuello, así como ejercicios específicos para mejorar el rango de movimiento y la postura. En algunos casos, se pueden recomendar técnicas adicionales el uso de órtesis craneales para corregir la plagiocefalia asociada. La detección y el tratamiento temprano aumentan significativamente las posibilidades de una recuperación completa y reducen el riesgo de complicaciones a largo plazo.

En definitiva, la tortícolis infantil no tratada puede tener consecuencias importantes para el desarrollo físico, motor, visual y cognitivo del niño. La detección temprana y el trabajo del fisioterapeuta pediátrico es esencial para mitigar estos riesgos y mejorar la calidad de vida del peque. Los padres y tutores deben estar atentos a los signos de tortícolis y buscar atención fisioterapéutica si sospechan que su hijo puede estar afectado, asegurando así el mejor pronóstico posible para el niño.

Cómo trabajamos en Fisiopeques

En Fisiopeques somos especialistas en el tratamiento de la tortícolis infantil. A través de suaves ejercicios y técnicas profesionales su cuello y cabecita volverá a la posición correcta.

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